Narra Louis.
Después de que Stan le contará lo que le dijo el médico, Charlot se quedo
callada sin decir nada, ¿qué le ocurría? ¿Desde cuándo Charlot no comía? Ella
siempre había sido un chica fuerte, saludable y que comía bien. Aunque ahora
que me fijo estaba más delgada de lo habitual.
En la sala se formo un abrumador silencio, nadie decía nada y solo se oía el
ruido de fuera de la habitación. Me atreví a romper aquel silencio, que no me
gustaba nada y me incomodaba.
-¿Por qué no has estado comiendo?-Le pregunte mirándole, pero ella
aparto su vista de mi y miro hacía el suelo.
-No lo voy a decir...-Susurro en un tono bastante bajo que llegue a
oír.
-Vamos, Charlot, puedes confiar en nosotros-Dije sentándome en la lado
de ella, ya que estaba sentada sobre la camilla.
-Es que no puedo decirlo Louis, simplemente no puedo...-Dijo Charlot
seriamente.
-Lo dices o no te dejo moverte de aquí-Dije en un tono amenazante.
-He dicho que ya que no y no te pongas pesado-Dijo ella bastante
molesta.
-Pues hasta que no me lo digas, no te dejo y seré todo lo pesado que
tu quieras-Dije cruzándome de brazos.
-Louis, vamos dejala, ya no los contará cuando quiera-Dijo Sran.
-No voy dejarla, Stan.
-Louis, no te pongas pesado por favor tendrá sus motivos para no querer
decirlo.
-Vale, la dejo. Pero tarde o temprano, lo tendrá que decir-Dije levantándome
de la camilla.
Salí de la habitación, dejando a Stan y Charlot solos un momento, necesitaba
despejarme y pensar lo que le podría estar ocurriendo.
Estuve caminando por las calles de Londres sin un rumbo fijo, absorto en mis
pensamientos, pensado lo que sería posible que le ocurriera a Charlot. Iba tan absorto
y asumidos en ellos, que sin querer me choque con un chico, haciendo que los
dos cayéramos de culo sobre el frío suelo de la acera.
Narra Liam.
Me percaté de que Hayley, había entrado en la cabina
de London Eye y ella no se había percatado de mi presencia. Me acerque a ella
para saludarla y al principio, no me había reconocido.
-¡Liam!-Dijo
Hayley al reconocerme.
-El
mismo-Dije sonriente.
-¿Qué haces
aquí sola?-Le pregunte.
-Nada, estaba
en el hotel aburrida y salí a dar una vuelta-Contesto sonriente-¿Y tú?-Me
pregunto volviendo a mirar el paisaje.
-Pues lo
mismo estaba aburrido-Conteste poniéndome al lado de ella-No sé cómo no te
pudieron escoger y te eliminaron…-Dije pensando en la hermosa voz que tiene.
-No me
importa, cuando no me aceptaron, sería por algo. Además, hay segundas
oportunidades, ¿no?-Dije con una gran sonrisa.
-Sí-Dije
sonriente.
La vuelta del London Eye, terminó y ambos nos
bajamos. Le pregunté si quería que le acompañara hasta el hotel y ella se negó
varias veces, pero finalmente termino accediendo. Además, después de todo estábamos los dos en
el mismo hotel.
Narra
Zayn.
Sabía lo que le ocurría a Jane perfectamente, la
conocía desde que éramos apenas unos renacuajos. Le pregunte que si era por lo
de las compañeras de piso y ella asintió, había acertado en lo que le pasaba.
La abrace, ella correspondió al abrazo y pude notar como sonrió. Pero
rápidamente se aparto y puso la misma cara que antes o más sería aún.
-¿Y si no
encuentro a nadie? ¿Y si no quieren que este con ellas? Nunca, me han aceptado
bien, siempre me querían para cuando se les antojaba y nunca he salido con
muchas chicas, tampoco he tenido amigas verdaderas. Todas eran falsas-Dijo Jane
con tristeza.
-Eh, no digas
eso-Dije mientras le acariciaba su cabello-Ya verás como encuentras a chicas
que te aceptaran como eres, con tus defectos y virtudes y verá como harás
amigas verdaderas, que duraran toda la vida-Dije depositando un beso en su
frente.
-¿Y si no es
así? ¿Y si estoy sola? Solo, tengo un amigo de verdad y eres tú, por eso desde
siempre has sido mi mejor amigo-Dijo ella mirándome fijamente a los ojos, y en
sus ojos pude ver tristeza y dolor.
-No seas tan
negativa, tu y te negatividad-Dije sonriente- Ser negativa, no te lleva a
ningún sitio y se un poco positiva, aunque sea por mí, ¿vale?
-Vale, lo
intentaré, pero no diré que lo vaya a conseguir-Dijo ella con una gran sonrisa.
Después seguimos caminando por Hyde Park entre risas
y fuimos camino al hotel, ya que mis padres nos esperaban allí y para darle a
Jane la llave de su habitación.
Narra
Harry.
Después de comernos el helado y haber echado
charlado y riendo. Decidimos irnos, ya que eran sobre las ocho y era bastante
tarde para andar nosotros tres solos por el centro comercial y las calles de
Londres. Intentamos ir lo más rápido que nos permitían nuestros pies, ya que
cuando llegáramos al hotel, no me quiero imaginar los que nos va a caer.
Durante el camino no hablamos nada, cada uno íbamos a
lo nuestro y estábamos absortos en nuestros pensamientos. Cuando llegamos al
hotel, Natalie, sacó las llaves de su habitación y se marcho, pero antes se
despidió de nosotros. Luego entramos, Gemma y yo, a la nuestra y por cierto
quedaba enfrente de la de Natalie.
Nuestra madre nos dio una pequeña regañina y nos
pregunto por Natalie, les dijimos que
estaba en su habitación. Luego logré convencer a mi madre de que me dejará
estar con Natalie hasta las diez o así.
Llame a la puerta. Natalie, abrió la puerta con una
sonrisa y me dejo pasar.
-¿Qué
quieres?-Me preguntó.
-Estoy
aburrido-Respondí sonriente.
-Yo no, iba a
pintarme las uñas-Dijo Natalie con una sonrisa.
-¿Puedo ver
cómo lo haces?-Le pregunte.
-¿Para qué
quieres ver cómo me pinto las uñas? Te aburrirás.
-Por favor, déjame
hacerlo, no te molestare ni destruiré.
-Bueno, si es
lo que quieres…Vale-Dijo algo dudosa.
-Gracias-Dije
dándole un beso en la mejilla y sentándome en una silla que había.
Natalie, se sentó sobre la cama y saco unos botes de
esmalte(pintauñas) y empezó a pintarse por la uñas de sus pies.
Narra
Niall.
Cuando me quise dar cuenta, Martha estaba durmiendo
apoyada sobre mi hombro y yo me acababa de despertar. Bostece y me frote los
ojos. Mire el reloj que había sobre la mesa y no lo podían creer…¡ Eran casi
las nueve de la noche!
¿Desde qué hora estábamos durmiendo? No me había
dado cuenta de cuando ocurrió, antes de quitar el DVD, desperté a Martha y
luego lo quite. Le devolví su película y mire el papelito que había debajo de
la puerta.
Era de mi madre y en él decía que no volviera tarde
a dormir a la habitación con Greg y que llegará a los de ellos, mis padres, que
estaría allí Greg.
-¿Qué es?-Pregunto
Martha detrás mía y demasiado cerca, haciendo que diera un brinco.
-Nada mi
madre-Conteste sonriente.
-¿Te has
asustado cuando te he preguntado que era?-Preguntó riendo.
-No, no me he
asustado.
-¿Entonces
por qué has brincado?
-Porque había
un bicho.
-Ah, claro y
ahora te dan miedo los bichos…-Dijo riendo.
-No te reías,
eres mala y si me he asustado no te esperaba-Admití.
-Lo
sabía-Dijo riendo.
Me acerque a ella, la cogí como si tratará de un
saco de patatas, la solté en el dofa y empecé a hacerle de cosquillas. Ella se
reía de mí, pues ahora tendría guerra de cosquillas. Se lo había buscado ella
solita.